Los compradores de EVO llevaron a la quiebra un banco de EEUU en 1990
Evo Banco ya tiene nuevo dueño. El Frob y la nacionalizada Novagalicia (NCG) 
han acordado con el fondo estadounidense Apollo la venta de esta marca por 60 
millones, por lo que han descartado la oferta de Anacap, el otro candidato en el 
proceso final de la puja.
 La operación supone la entrada del primer inversor extranjero y del capital 
riesgo en el mercado bancario español tras más de cinco años de crisis, un dato 
que resulta positivo. Sin embargo la experiencia en el sector financiero de 
Apollo -mejor dicho, de buena parte de su alta directiva- tiene más sombras que 
luces. Su principal gestor y fundador del fondo, Leon Black, es uno de los 
artífices de la mayor quiebra bancaria de los noventa en Estados Unidos.
La operación supone la entrada del primer inversor extranjero y del capital 
riesgo en el mercado bancario español tras más de cinco años de crisis, un dato 
que resulta positivo. Sin embargo la experiencia en el sector financiero de 
Apollo -mejor dicho, de buena parte de su alta directiva- tiene más sombras que 
luces. Su principal gestor y fundador del fondo, Leon Black, es uno de los 
artífices de la mayor quiebra bancaria de los noventa en Estados Unidos.
Black formaba parte de la cúpula del quinto banco de inversión de 
Norteamérica en 1990, el Drexel Burnham Lambert, que se vio obligado a 
declararse en bancarrota como consecuencia de distintas operaciones ilegales 
relativas a créditos considerados basura. 
Tras este fracaso Black y parte del equipo de esta entidad decidieron fundar 
Apollo, que a día de hoy es uno de los principales fondos de capital riesgo, con 
activos gestionados por importe de 113.000 millones de dólares en distintos 
sectores, principalmente préstamos e inmuebles.
A este volumen incorporará a partir de 2014 la adquisición de Evo, que en 
octubre tendrá ficha bancaria propia para poder operaren nuestro país. Apollo se 
quedará, según los términos del acuerdo, con 702 millones de euros en préstamos 
y 1.603 millones en depósitos, además de con una estructura compuesta por 80 
oficinas repartidas por todo el país y 590 trabajadores.
La mitad del valor en libros
El precio pactado es inferior en un 45% a su valor en libros. El grupo 
nacionalizado destaca en una nota que, por tanto, la transacción se sitúa "en el 
entorno del valor de mercado de los bancos cotizados".
Novagalicia ha tenido que desprenderse de esta marca apenas año y medio 
después de su polémica constitución. Bruselas exigía a la entidad presidida por 
José María Castellano deshacerse de Evo antes 2015 o, de lo contrario, debía 
liquidarlo. Fue configurado con la actividad de la gallega fuera de su 
territorio de origen (Galicia, Asturias y León) con un modelo de réplica a ING 
Direct, basado en las operaciones por internet.
Los nuevos dueños de EVO, según fuentes del sector, se han comprometido a 
mantenerse como accionistas, al menos, durante cinco años y a mantener la 
plantilla, al tiempo que impulsar su actividad en los próximos ejercicios.
Esta operación se produce antes de la previsible venta de la propia 
Novagalicia en octubre. A lo largo de septiembre BNP Paribas, por encargo del 
Frob, está analizando el mercado antes de que se formalice la subasta. 
Caixabank, el Santander y BBVA parten como favoritos para quedarse con el grupo 
gallego. Castellano intenta que un pool de fondos se quede con la entidad.
Evo es para Apollo la cuarta inversión que realiza en nuestro país en los 
últimos años. En 2013 ha adquirido Finanmadrid a Bankia por 1,6 millones de 
euros, la sociedad de créditos al consumo con 124 trabajadores. En 2012 adquirió 
una cartera de préstamos a Citibank por un nominal de 280 millones de euros. Y 
doce meses antes, en agosto de 2011, se hicieron con otro lote de activos 
financieros de la filial de Bank of America.
