Mayo de 2008
DUJIANGYAN , China (Thomson Financial) - Por Peter Harmsen
El violento sismo del lunes en el sudeste de China ha dejado al menos 10.000
muertos, según un balance muy provisional que se agrava hora a hora y cuando los servicios de socorro aún no han podido llegar a la zona del epicentro. Según el último balance oficial dado a conocer este martes, el sismo dejó
9.219 muertos en ocho regiones del país.
El balance fue establecido el martes a las 07h00 locales (23h00 GMT del
lunes) por el Ministerio de Asuntos Civiles y abarca siete provincias y una
municipalidad autónoma (Chongqing, 30 millones de habitantes).
La inmensa mayoría de víctimas -8.993- murieron en Sichuán, la provincia donde se localizó el epicentro del sismo, de 7,8 en la escala de Richter, ocurrido el lunes poco antes de las 14h30 (06h30 GMT). El balance aún podría agravarse, en la medida que los servicios de socorro
se acerquen al lugar del epicentro, el distrito de Wenchuán.
Al menos 10.000 personas quedaron sepultadas y 1.500 murieron en Mianzhu, una ciudad y una zona de la provincia de Sichuán que más han sufrido en esta catástrofe. La ciudad está encuentra a unos 30 km al sudeste del epicentro.
Además, casi 1.000 colegiales y profesores murieron o desaparecieron en el
desplome de su escuela, en el distrito de Beichuán, en Sichuán. Beichuan se
encuentra a unas decenas de kilómetros al noreste del epicentro. 'El número de muertos o desaparecidos es calculado hasta el momento en más
de 1.000' en la escuela, afirmó la agencia Nueva China. Anteriores informaciones hablaban de miles de muertos posibles y de destrucciones masivas en Beichuan, hacia donde se dirigían decenas de vehículos
militares. Según responsables locales, citados por la agencia, más de 80% de las construcciones se han desplomado.
Entre las víctimas hay numerosos niños debido a que estaban en clases en el
momento en que se produjo el terremoto.
En Dujiangyan, a unos 50 km al sur de Weichuán, los socorristas continuaban sacando cuerpos de los escombros de otra escuela, indicaron la mañana del martes los medios de comunicación oficiales.
Los responsables de la escuela de Xiang'e indicaron que menos de 100 de los
420 niños del establecimiento habrían sobrevivido al desplome del edificio. En Shifang, una ciudad situada entre Chengdu, la capital provincial de
Sichuán, y Wenchuán, 900 alumnos de secundaria quedaron apresados por los restos del edificio de su establecimiento.
Unas 500 personas murieron y 2.000 quedaron sepultadas en esta ciudad
cercana al epicentro, anunció la Televisión Central.
Siempre en Sichuán, dos fábricas de productos químicos se desplomaron,
sepultando a cientos de empleados y obligando a la evacuación de 6.000 vecinos, indicó la agencia oficial.
En la misma provincia, 37 turistas, cuya nacionalidad no fue precisada y que
viajaban en un autobús, murieron en una avalancha.
La noche del lunes, el primer ministro Wen Jiabao visitó la zona afectada y
prometió la llegada de más equipos de socorro y del ejército.
Muchos habitantes de la zona pasaron la noche fuera de sus casas por miedo a las réplicas. 'La mayor parte de la población de Chengdu está fuera, en los
parques, en el estadio, en la plaza y duermen fuera', explicó a la AFP Bertrand
Hartemann, un francés que trabaja en esa ciudad.
El terremoto se dejó sentir a miles de kilómetros, en Shanghai, Pekín, Hong
Kong y Taipei, en la isla de Taiwán.
En Pekín, centenares de ejecutivos abandonaron precipitadamente sus oficinas y se colgaban del teléfono móvil tratando de hablar con sus familiares. Una réplica de una magnitud de 3,9 se produjo en la capital, en al barrio de
Tongzhou, donde no se registraron víctimas ni daños materiales.
Las instalaciones olímpicas en la capital china, que albergarán los Juegos
Olímpicos de agosto, tampoco sufrieron daños.
El gobierno chino anunció una partida de 200 millones de yuanes (29 millones de dólares) para socorrer a los damnificados por el seísmo. Numerosos mandatarios de todo el mundo enviaron mensajes de condolencias y apoyo a China y ofrecieron su ayuda, desde el presidente estadounidense George W. Bush a la canciller alemana Angela Merkel, pasando por el presidente ruso Dmitri Medvedev.
China es un país afectado con frecuencia por los terremotos.
El del lunes ha sido el peor terremoto después del de Tangshan (norte) en
1976, que dejó más de 240.000 muertos, según las cifras oficiales, y hasta tres
veces más según algunos expertos occidentales.